martes, 9 de noviembre de 2010

El Jardín Ideal

El jardín infantil ideal, su primera escuela

¿Qué es un Jardín Infantil?

Todo establecimiento que reciba durante el día niño y niño, desde los 84 días hasta la edad de su ingreso a la Educación General Básica y les proporcione atención integral que comprenda alimentación adecuada y educación correspondiente a su edad.

Jardines Particulares

Debido a la alta demanda existente, el mercado mismo ha generado las posibilidades de que se creen jardines particulares o privados, existiendo en la actualidad cerca de 1.755 de estos establecimientos a lo largo del país con autorización para funcionar. Debido a que no tienen una relación directa con JUNJI, esta última ha impulsado un sistema de empadronamiento que busca garantizar a los padres y apoderados que dicho jardín o sala cuna cuenta con las garantías mínimas de seguridad, infraestructura, personal profesional y currículum pedagógico. De esta forma, del total anteriormente mencionado, sólo 887 jardines se encuentran empadronados

Jardines de JUNJI

Los jardines JUNJI son los establecimientos de atención preescolar que atiende niñas y niños de entre 3 meses y 4 años 11 meses de edad, financiados por el Estado y que responden a la política educacional del Ministerio de Educación que cuenta con un Currículo que se sustenta en las Bases Curriculares de la Educación Parvularia.
Tendrán acceso al sistema preescolar del Estado todas las niñas y niños en situación de vulnerabilidad social.
Existen en Chile aproximadamente 1700 jardines JUNJI repartidos en todo el territorio nacional.

¿Qué significa que el Jardín Infantil y/o Sala Cuna esté empadronado?

El empadronamiento es un reconocimiento que entrega la Junji a los Jardines Infantiles y Salas Cuna que cumplen con los requisitos básicos para funcionar como establecimiento de Educación Parvularia: infraestructura adecuada, certificados sanitarios para entregar alimentación, lineamientos pedagógicos, mobiliario y material didáctico adecuados, personal idóneo, etc.
Este empadronamiento contempla una supervisión al establecimiento y tiene vigencia indefinida .

Sin embargo, la fiscalización y supervigilancia que realiza la institución puede ocasionar el revocamiento de este proceso, si es que se comprueba que un determinado establecimiento ha dejado de cumplir con las normas que en materia de calidad dicta la JUNJI.

Elegir un buen jardín infantil no es tarea fácil. Después de todo, su hijo pasará allí gran parte del día, así que no escatime esfuerzos. Tomarse, el tiempo que necesite y busca la jardín infantil ideal. Aquella en la que el niño se sienta cómodo y tranquilo y el personal sea sobre todo cariñoso y competente.

La costumbre de llevar a los niños al jardín infantil es más corriente cada día. Esto es normal, teniendo en cuenta que la maternidad ya no se entiende como hasta hace unos años y cada vez son más las mujeres que trabajan fuera del hogar. Sin embargo, hay muchos padres que se preguntan si es aconsejable mantenerles tantas horas alejados de casa; si no sería mejor esperar a que comenzaran a los tres años.

Contestar a esa pregunta resulta realmente difícil. Algunos psicólogos afirman que el niño no puede acudir a una sala cuna o jardín hasta los dos años y medio o tres. Es decir, cuando el pequeño ya ha logrado la independencia de sus padres y la separación no va a resultarle traumática ni angustiosa. Pero otros opinan que, cuanto antes, mejor. De esta forma aprenderán a desenvolverse en ambientes diferentes y a relacionarse con otros niños estimulando su desarrollo y su proceso de socialización.

Estímulos y afecto

¿Quién está en lo cierto? Seguramente, ambas opiniones son válidas. Todo depende de las circunstancias que rodeen a cada niño. Llevar a su hijo a un recinto puede ser una buena solución, pero hay que tener en cuenta su carácter, los horarios de trabajo y su propio deseo. Además, debe asegurarse de en dónde y en manos de quién lo deja.

Una sala cuna o jardín no debería ser, simplemente, un parking infantil, un lugar donde dejar a los niños durante unas horas. Pero su objetivo tampoco es el de enseñarles a leer y escribir lo más pronto posible.

La función principal de estos lugares es la de socializar e iniciar las primeras etapas de la educación proporcionando al niño un ambiente adecuado que le permita desarrollar su inteligencia mediante la estimulación y la potenciación de su autoestima. Para ello es necesario que posea un buen clima afectivo.

Tal vez haya todavía muchos padres que ignoren que el futuro de sus hijos, su inteligencia y su personalidad, se va a decidir en la primera etapa de su vida, es decir, desde el nacimiento hasta los seis años. Estos primeros años son cruciales en la vida de una persona. El papel de la educación en estas edades es clave, ya que sienta las bases que harán posible su desarrollo intelectual.

Pero hay que tener presente que el desarrollo intelectual no puede separarse del desarrollo afectivo. Por eso es tan importante que el personal sienta una autentica simpatía por los niños y sepa ofrecerles el cariño, las muestras de afecto y los estímulos que éstos necesitan para su correcto desarrollo evolutivo. Tienen que lograr, además, que el niño no padezca la separación de su madre como un castigo, sino como un paso adelante en su evolución e independencia.

.Para ello, no basta solamente con que el personal encargado de los niños tenga el título correspondiente a su labor: profesional especialista en jardín infantil o de de párvulos, autorizado por el ministerio o pedagogía. Es imprescindible que además posea ciertas cualidades que Ud misma debe observar antes de poner a tu hijo en sus manos:

- Tendrán que ser personas emocionalmente estables, seguras y relajadas para poder infundir estos estados en los pequeños.

- Tener una extraordinaria paciencia, serenidad, dulzura, ternura y sensibilidad.

- Capacidad de improvisación, poder de observación y rapidez de reflejos para captar las necesidades de los niños y preservarles de cualquier peligro.

- Por último, es importante que sepan desarrollar una labor en equipo, pero a la vez trabajar de forma unificada con los niños. Estos no pueden someterse a los cuidados de diferentes personas durante una jornada.

¿Cuales son los niveles de educación Parvularia?

Se considera sala cuna desde los 84 días hasta la edad de dos años, por lo que se subdivide en sala cuna menor (hasta el año) y sala cuna mayor hasta los dos años.
Luego viene un nivel medio que va desde los dos a los 4 años, considerando nivel medio menor hasta los 3 años y mayor hasta los 4 años.
Y por último el nivel de transición, también en dos niveles: el primero o prekinder desde los 4 a los 5 años y por último el segundo nivel o kinder desde los 5 a los 6 años.

Juegan, crecen y aprenden

Ya hemos dicho anteriormente que la misión principal de estos establecimientos no es la de enseñar a los niños a leer o a sumar, ni convertirlos en pequeños genios o hacer de ellos un ejemplo de sabiduría infantil. Lo que los educadores deben pretender es algo mucho más importante: ayudarles a desarrollar las facultades innatas que todos los niños poseen. El centro debe contar con un método pedagógico adecuado, y facilitar al niño los medios necesarios para seguirlo, según su edad. El objetivo que se debe trazar es el de lograr su correcto desarrollo tanto físico como intelectual, ayudarle a evolucionar ya crecer: gatear, andar, darle los estímulos necesarios para que desarrolle sus sentidos, enseñarle a hablar, lograr su autonomía e independencia, convertirle en un ser sociable que sepa relacionarse con los demás. En fin, sentar las bases para su futura educación y personalidad.

¿cómo se consigue todo esto? Principalmente haciendo que el niño se sienta cómodo, seguro y tranquilo. A partir de ahí, todo es muy fácil. Mientras se divierte, el niño aprenderá un montón de cosas, la más importante que aprenderá jamás. y sin darse cuenta, porque en estos locales no hay tablas de matemáticas ni lecturas obligatorias, sino un sinfín de juegos, música, actividades en grupo, diálogos (aunque sea a base de sílabas), paseos al aire libre, suaves ejercicios físicos...

Lógicamente, los niños deben estar distribuidos en diferentes grupos según la edad, ya que cada una tiene un ritmo de vida bastante distinto, a pesar de llevarse pocos meses. Varían mucho las horas de sueño, las comidas y, claro, lo que ya son capaces de aprender. Antes de inscribir a su hijo , debe inspeccionar el edificio y cerciorarse de que cumple ciertas normas, indispensables para su seguridad y su tranquilidad:

- Compruebe que los picaportes de las puertas están suficientemente altos.

- Enchufes protegidos con una tapa de seguridad o a una altura de un metro veinte como mínimo.

- Juguetes grandes para que el niño no pueda tragárselos.

- Un buen sistema contra incendios

- Es preferible que no haya escaleras.

-En algunos locales las profesoras han hecho un programa de primeros auxilios. Sería bueno que fuera así en todas, pero si no, asegurarse de que cuentan con algún médico de apoyo..

También es importante que observe el estado del centro en general. Buscar un local que no sea demasiado pequeña, con buena higiene, aireada y, si es posible, soleada, con un patio de 75 metros cuadrados como mínimo, asegurándose de que lo frecuentan habitualmente.

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